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Los alimentos congelados pierden propiedades

Alimentos congelados pierden propiedades

Hay evidencias que demuestran las ventajas e inconvenientes de los alimentos congelados. Por supuesto, alimentos hay de muchos tipos y cada uno se ve afectado de una forma y en mayor o menor medida ante el proceso de congelación.

En este artículo vamos a hablar de los inconvenientes o problemas que supone la congelación en el caso de las frutas y las verduras. ¿Son estos alimentos más susceptibles de alterar sus propiedades? Continúa leyendo para descubrirlo.

¿Cómo afecta la congelación a las frutas y verduras?

Durante la congelación, gran parte del agua que tiene un alimento se congela formando cristales microscópicos de hielo que provocan daños irreversibles en el tejido de los vegetales, en los pigmentos, los aromas y los nutrientes.

Los alimentos congelados pueden sufrir una pérdida de vitaminas y nutrientes debido al daño por la formación de cristales de hielo y, al descongelarse, la pérdida de los mismos solubilizados en el agua. Como ejemplo de vitaminas solubles que se pueden perder con facilidad encontramos la vitamina C y la vitamina B. 

Los pigmentos, las sustancias que dotan de color al alimento (como la clorofila), también se degradan y ocasionan cambios de coloración. Además, existen otros procesos como la oxidación de las grasas o alteraciones en las actividades enzimáticas.

Más adelante dejamos detalladas algunas «buenas prácticas» a la hora de congelar y descongelar alimentos, más concretamente, frutas y verduras.

Frutos rojos congelados
Frutos rojos congelados
Hortalizas congeladas
Hortalizas congeladas

¿Por qué se comercializan alimentos congelados?

Dejando de lado las decisiones «del hogar» a la hora de congelar alimentos, en términos de comercialización de fruta y verdura congelada hay una explicación principal:

La globalización, las demandas del mercado y, por qué no, ciertas regulaciones políticas, hacen que exista un gran volumen de productos importados y exportados diariamente. 

Hay frutas y verduras que se cosechan en un país del mundo y recorren medio globo para que las personas de allí coman un producto que ellos mismos cultivan. Los motivos son muchos, te los explicamos en el artículo sobre huella de carbono

Estos alimentos congelados recorren viajes tan largos que no sería posible realizarlos si estuvieran frescos. La principal causa es que el viaje suele realizarse por mar o por carretera y el alimento viaja durante mucho tiempo. Para evitar un deterioro notable, los alimentos viajan congelados. 

Esta congelación causa daños internos que merman las cualidades organolépticas y la calidad nutricional del alimento, sobre todo cuando se trata de frutas y verduras. 

¿Qué propone Agrari?

Agrari apuesta por el producto del campo a la mesa en el mismo día.

Lo ideal es consumir frutas y verduras frescas, cosechadas en su momento óptimo y de agricultores locales, para disfrutar y aprovechar todo el sabor y las propiedades intactas. 

Si en alguna ocasión el alimento se va a echar a perder, considerar la posibilidad de congelarlo no es tan mala opción. No dañará tu organismo, pero tienes que ser consciente de que el proceso implica una pérdida de propiedades. 

Nuestra recomendación es que, siempre que sea posible, consumas fresco; siempre que sea posible, consumas local. Promovemos el producto de cercanía cosechado en el momento óptimo. Creemos que el sistema alimentario necesita un cambio. 


Buenas prácticas al congelar y descongelar alimentos

Si por circunstancias te ves obligado a congelar y descongelar frutas y verduras, queremos que lo hagas con las mejores garantías de que esos alimentos conservan la mayoría de sus propiedades. Recomendamos lo siguiente:

  • Antes de congelar, lava y pela (si es necesario) las frutas y verduras. Luego, córtalas en trozos pequeños y deja que se sequen bien. De esta forma reducirás la cantidad de cristales de hielos que se pueden formar.
  • Congela en recipientes herméticos o bolsas de congelación. Así, evitarás la exposición al aire y a la humedad, factores que aceleran la degradación del producto.

En última instancia, recordar que siempre es mejor un alimento fresco que un alimento congelado.