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Frutas y verduras de temporada de verano

Frutas y verduras de la temporada de verano

Antes de que leas el artículo, quiero pedirte disculpas porque voy a poner tu mundo patas arriba.

Estamos de acuerdo en que la temporada de verano, para el hemisferio norte, queda comprendida entre el 21 de junio y el 22 de septiembre, abarcando tres meses del año. En lo que quizá ya no vayamos tan de la mano es en que muchos de los alimentos que conoces como hortalizas, en realidad, son frutas.

¡Déjame explicártelo!

Comúnmente se ha clasificado un alimento como fruta o verdura (mejor dicho, hortaliza) según la función que ocupa en el momento de ser cocinado, devorado, digerido y transformado por las enzimas que blablablá… eso mejor lo dejamos para otro día.

La cuestión es que todos hemos aceptado que un plato de lentejas, una ensalada de tomate y lechuga, o una parrillada de verduras, es una comida/cena y, por tanto, «verdura u hortaliza». En cambio, tras el atracón, llega el momento del muy apreciado postre, donde aparecen los melocotones, algunos plátanos o una rica manzana Golden. A esto lo llamamos «fruta».

Sin embargo, la distinción correcta entre fruta y verdura (hortaliza, llámalo hortaliza, please) es la que abarca los términos botánicos.

Ay, no, que no soy de ciencias

No te preocupes, es muy fácil de explicar. Botánicamente hablando, entendemos por esos términos lo siguiente:

  • Fruta: es la parte del fruto comestible, es decir, el ovario fecundado que la planta crea alrededor de la semilla o semillas.
  • Hortaliza: es cualquier otra parte de la planta que no es el fruto. La hoja, la raíz, el tallo…
  • Verdura: hace referencia a la parte verde (hojas) de las hortalizas.

Dicho esto, podemos entender el por qué del debate sobre si el tomate es una fruta o una hortaliza. Y no solo eso, también razonar nuestra respuesta.

Genial, el tomate es una fruta, ¿y qué?

Pues es aquí cuando voy a poner tu mundo del revés. Ya hemos aceptado todos que el tomate es una fruta, pues es el resultado del ovario fecundado que ha cuajado, crecido y madurado para que podamos hacernos unas ricas ensaladas que contrarresten el calor del veranito.

Pero no todo queda ahí, compañer@, no…

Si has leído la parte «científica» con atención, serás capaz de entender que:

Así como lo son el paraguayo, la sandía, el melocotón, los nísperos o las cerezas.

¿Cómo te quedas? ¡Corre a poner a prueba a tus conocidos!