La cebolla tierna es más suave y menos picante que la cebolla seca porque se recolecta en la fase de desarrollo, cuando el bulbo no está completamente desarrollado. La cebolla tierna es apreciada en la cocina porque puede consumirse en crudo, especialmente en ensaladas, y aporta frescura a los platos.
La temporada de la cebolla tierna es la primavera, aunque puede encontrarse en otros momentos del año. En Valencia, los agricultores hacen rotaciones en sus campos, que consiste en alternar cultivos para vender hortalizas durante todo el año y no agotar los nutrientes del suelo. Como el clima es más cálido que en otros lugares, hay agricultores que producen cebolla tierna unos meses y agricultores que lo hacen más tarde. La rotación de cultivos más habitual es la de chufa, cebolla y patata durante el periodo de un año.
La cebolla tierna presenta una buena dosis de fibra, vitaminas y minerales que la convierten en un alimento que regula bien el organismo. Es una buena fuente de potasio, magnesio y fósforo, que contribuyen al sistema locomotor y la formación de huesos. También cuenta con vitamina B, buena para el desarrollo y crecimiento de tejidos.